
Un gran porcentaje de las familias mexicanas corren el riesgo de que se desestabilice su economía hasta por cuatro años en caso de que fallezca el miembro que es proveedor principal.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en México, solo 15.8% de la Población Económicamente Activa (PEA) tiene un seguro de vida.
En 2018, por ejemplo, las compañías de seguros pagaron 132 millones de pesos por pólizas de vida de 43,617 personas, de las cuales, 48% correspondieron a mujeres.
El director de Vida y Pensiones de la AMIS, Carlos Gay, detalló que en 2018 la principal causa de muerte entre los asegurados fueron las enfermedades circulatorias con 22%, seguidas de tumores con 15.5%; las afectaciones en el metabolismo y nutrición con 8.09%; las del aparato respiratorio 7.48% y por accidentes, violencia y envenenamiento con 6.16%.
Pero estar asegurado no es suficiente, los familiares deben saberlo, a fin de que puedan tramitarlo de manera oportuna y consultar en la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) si el familiar contaba con un seguro de vida.